El blog de una morocha apasionada, histerica y paranoica que le escribe al amor, al rock y a otros placeres y dolores de la vida...

25.10.08

La Renga

Estos días he andado muy de malas y me he dado cuenta que estoy arruinando la vida de todos los que me rodean. Estoy cansada y desde hace 1 año y 7 meses que no tengo descanso alguno y ya la cabeza no me da mas. Estoy distraida, hago cagadas en el laburo, no puedo estudiar ni redactar una monografía. Estoy histérica y convirtiéndome en esa clase de persona a la que no banco y pareciera que molesto a todos con mis mambos: a mis viejos, a mis amigos, a mi novio, a mis compañeros de facultad. Encima ahora me doble el tobillo...
Pido perdón por haberme descargado con quien no debía, son mis problemas. Pero es que he andado (ahora literalmente) con el pie izquierdo. Prometo cambiar, o al menos intentarlo.
Sepan disculpar las molestias ocasionadas, los quiero a todos. Clara.

21.10.08

Descubrimientos

Una de las mejores cosas en la vida en comer empanadas, y de postre, muy buen sexo. Quizás al otro día uno se levanta con el estómago a la miseria y muy cansado porque se durmió poco. Pero ¿quién te quita lo bailado?

11.10.08

La educación sentimental

Alguien dijo que el amor en una pareja dura 4 años. Después se trata de acostumbramiento y cariño por la otra persona, pero ya no se esta mas enamorado… ¿puedo creer que eso es una boludez? No tiene sentido pensar que algo tan complejo y abstracto como el amor puede tener fecha de vencimiento, por más científico catedrático que lo haya dicho. No hay que tragarse toda la verdura que te vende algún licenciado o doctor ¿Qué hay entonces de parejas de enamorados que terminan al año o la los seis meses? ¿Tendríamos que pensar que todos esos matrimonios con 50 años de casados no se aman? ¿Se supone que hay que andar por la vida con relaciones de duren 4 años hasta que finalmente alguien grite ¡rotación! y entonces todos cambiemos de persona?

1) Primero hay que sacarse la careta y dejar de pensar que amar se trata de andar de la mano por la calle y hacerse regalos en los aniversarios. Es otra cosa, y para saberlo hay que haber experimentado un verdadero compromiso con alguien. Acompañarse, en las buenas y, por sobre todas las cosas, en las malas. Aguantarse los defectos del otro, y hacer esto por pura elección. Sentirse complementado, ser feliz por estar con esa persona aunque todo lo demás se este desmoronando. No hay que negar que el romanticismo se pierde y que las cosas no pueden seguir como en la nebulosa de las primeras semanas. Situaciones difíciles se van a ir presentando y hay que afrontarlas con la madurez suficiente para que la relación y los sentimientos sigan adelante.

2) Algunos pueden decir “Yo estuve/estoy enamorado/a y nunca tuve una relación”. Lamento decir que entonces no conocen el amor. A veces el querer estar con alguien, y que éste no sea correspondido, no significa enamoramiento. Puede ser cariño, calentura o hasta capricho. Quizás el amor pasa mas por el lado de las ilusiones que se tienen sobre cuan perfecta sería la vida con esa persona. Puede pasar que cuando se llega a estar con la persona deseada, la realidad no era como se la esperaba. Nadie es perfecto y con el tiempo empiezan a salir a la superficie ciertas cosas que no se conocían en un principio y que no se cree poder sobrellevar.

3) El temor de estar solo esta siempre presente. Cuando se vive una seguidilla de desilusiones se incrementa el pesimismo hasta caer en un estado total de bovarismo. Todo lo relacionado al amor se lo rechaza, se aborrece el romanticismo hasta el punto de mirar con repulsión a otra pareja. De esta forma es reconfortante creer en la teoría de la caducidad del amor y en que esos acaramelados van a terminar en ruinas.

Por eso es que no hay que vivir creyendo una irreal teoría. El destino es impredecible y el amor puede durar dos meses, cuatro años o una vida entera. Pero esto nadie lo sabe por más que queramos saber lo que nos depare el futuro. Entonces mi teoría es: vivir el momento, aprovechar el tiempo lo más posible junto el ser amado. Amar, tener sexo, acompañar. Hacer feliz a la otra persona pero nunca olvidarnos de nuestra propia felicidad. Clara.