Niñas y mujeres

Te das cuenta de cómo paso el tiempo. Muy rápido. Recordas que unos años antes tu mamá te estaba acompañando hasta la puerta de la escuela, y vos llevabas un blanco guardapolvo y un moño en la cabeza (esos adornos que las madres suelen poner). Ahora terminaste el colegio, estas buscando laburo y en un par de meses das tus primeros pasos dentro del ámbito universitario.
Y quisieras un poco volver a ser esa chiquita de la mano de tu mamá.
Muchas cosas te pasaron, y asusta saber que muchas otras cosas te quedan por pasar.
Esta ese miedo de que por razones que la vida te puede ir presentando, no puedas lograr alcanzar todas las metas que tenes planeadas.
Aprendiste lo complicado de la relación con el sexo opuesto, pasando de esos amores platónicos e imposibles de la pre adolescencia, a esos que fueron verdaderas relaciones, algunos que terminaron en tragedia y otros porque simplemente llegaron a su fin. Conociste ese chico con quien tuviste un calido y tímido beso, y a ese otro que hizo despertar en vos todos tus deseos sexuales reprimidos.
También obtuviste lecciones en la amistad. Ya sea esa amiga que siempre esta para vos y vos para ella, o esa otra que te hizo conocer lo dolorosa que la traición puede ser.
Porque un día estas imaginando cómo podría ser tu primer beso, y al otro estas volviendo a tu casa, a la 1 de la madrugada, con el maquillaje corrido, un chupon en el cuello, despeinada y con la ropa media desarreglada. Al menos seguis viva a pesar de todo, luego de tener una pequeña muestra de lo dura que la vida puede ser. Pero no hay otra, hay que seguir. Clara.