La característica mas humana es la imperfección de las cuales se adquiere experiencia. Todos los días nos equivocamos en algo, ya sea algo importante que afecta toda nuestra vida o muy insignificante que rápidamente olvidamos. La parte mas fea de todo esto es cuando nos corrigen y nos exigen sobre ese error. A nadie le gusta y quien dice lo contrario es un vil mentiroso, ya sea que esa observación de la otra persona sea para nuestro bien o para la de él. Es aquí es donde se presentan las diferencias.
Si nos corrigen en algo en lo que sabemos que una vez que lo hagamos bien vamos a estar mejor, entonces hay que prestar atención a eso ya que en realidad es un consejo y depende solo de nosotros que éste sea efectivo. Pero si llega el momento en que nos piden perfección, definitivamente no es algo por lo cual sentiremos satisfacción ya que, como ya dije antes, ésta no es un rasgo humano. Si exigen que seas la hija perfecta, la alumna perfecta, la empleada perfecta y miles de otras cosas increíblemente anti naturales entonces es imposible no sentir una fuerte angustia. Es ahí donde nos damos cuanta cuando nos están corrigiendo pero no para nuestro beneficio... Mientras nosotros demostremos que no somos perfectos, que somos humanos y que nos vamos a seguir equivocando ya sea involuntariamente o por cuenta propia pero ademas, y por sobretodas las cosas, si hacemos entender al otro que aunque queramos poner todo nuestro esfuerzo simplemente no podemos, entonces vamos por el buen camino. Clara.
8.3.07
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