El blog de una morocha apasionada, histerica y paranoica que le escribe al amor, al rock y a otros placeres y dolores de la vida...

6.11.07

La Pobrecita

Quizás estabas en ese momento de tu vida en que creías que eras la persona mas looser que hay, hasta que la conoces a ella y te das cuenta de que podría ser mucho peor. Te va las a encontrar y vas a tener que lidiar con ella. Es algo asi como un collar de sandias alrededor de tu cuello que tenes que cargar diariamente, ya sea en el colegio, universidad o trabajo.
La Pobrecita es llanamente BOLUDA. Su falta de calle y experiencia le produce un total aislamiento del resto de los mortales y con casi 20 años tiene una mentalidad de una nena de 10.
Vive con su madre castradora que le dice que si se sienta en la falda de un chico va a quedar embarazada, con su abuela que siempre esta enferma y hay que atenderla y con su hermano mayor que la maneja a su modo. La figura del padre suele estar ausente, ya sea porque trabaja mucho o porque un buen día fue a comprar cigarrillos y nunca mas volvió.
Para la Pobrecita los años pasan pero la historia sigue siendo la misma. No tiene amigos ya que en la primaria, secundaria y universidad nunca nadie la soportó. Tiende a hablar mucho (demasiado) pero cosas sin sentido que a nadie le importa. Sus anécdotas no pasan mas allá de algo que vio en televisión o de lo que hizo el fin de semana con su madre.
La Pobrecita mira Ulisima para asi aprender a adornar tortas y hacer almohadones, suspira con las letras de Axel y el amor de su vida es el mocoso de Harry Potter. Suele vestirse como una vieja: polleras largas, pantalones de tiro alto y remeras de colores chillones que hacen juego con los aros, la vincha o las ojotas. Esta totalmente exenta de cualquier vicio, no fuma ni toma alcohol. Ni siquiera putea, y si lo hace se ríe como si estuviera haciendo algo muy gracioso. En cuanto a experiencias amorosas es una materia eternamente pendiente. Su único contacto con el sexo opuesto fue estar de la mano con un chico... que estaba en pedo.
Los años le pasan a la Pobrecita sin demasiada emociones. Sus días trancurrirán entre novelas de Daniele Stell e Isabel Allende, mientras se hace cargo de su madre convertida en una vieja insufrible que la trata de inútil.
La Pobrecita llegará a la mitad de su vida arrepentida de nunca haber corrido el riesgo por ser feliz, pero el sueño de encontrar su príncipe azul nunca se desvanecerá. Clara.


Ver tambien: ¿A donde vas, pequeña Vicky? por Gally

4 comments:

Gally said...

"La Pobrecita no sufre su síndrome de Peter Pan, porque no sabe que es..." te faltó esa.
Muy buen post, sólo que hay un error. Si putea lo hace más que nada para encajar que por ganas de putear. Y no cree que es algo gracioso, no, cree que es el octavo pecado capital y se siente super rebelde...
Pobre "Pobrecita"...

Marquito said...

Encuentro una influencia muy grande de la amiga tácita Bestiaria.

Una pena muy gande me recorre el cuerpo pensando en la boluda esta, pero para cambiar el modo de vida tendría que modificar mucho su propia manera de ser.

Al final esa mersada que decía Christina Aguilera de que "somos hermosos, no importa lo que digan" es cualquiera. Claro, con esa figura, es fácil decirlo, no?

El mundo es cruel.

Besos!

Anonymous said...

Si existiera esta "pobrecita", ¿por qué cebarse con ella?

Rompe sus argumentos y enséñale otros mundos, si es que los conoces.

Clara Chauvin said...

La Pobrecita existe y no conoce otros mundos. Creeme que yo y mucha gente mas trato de mostrarselo, pero es imposible...